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-Cantinflas; Personaje menudo, pero muy activo que siempre estaba haciendo mandados
y cargando agua, sobre todo a los vecinos de los hoteles "Plaza" y "Europa".Fue popular desde los años cuarentas y hasta los
ochentas que falleció aún con fuerzas para subir a lo alto de pisos superiores dos latas o cubos de agua en la punta de una
vara de madera flexible con un pequeño clavito para sostenerlas. Era muy feliz y social; la gente le pedía "un pasito" y
él los complacía comenzando a bailar "al estilo Cantinflas" con una mano en el ombligo y otra levantada. Sus bigotes, estatura
y rostro también se asemejaban mucho al Cantinflas mejicano, incluyendo el pantalón por debajo de la cintura y el sombrerito
de papel periódico; de ahí su nombre.

Aunque una persona decente de familia ilustre, siempre se le veía con cierto misterio a esta dama solitaria de
pelo blanco y lunares pintados en la cara con su colección de 17 gatos y una casa muy enigmática como en los cuentos de brujas.
No hablaba con nadie y en ocasiones nocturnas se le veía posando en su balcón con cara muy séria y misteriosa. Los jóvenes
de las décadas 1970 y 1980 le temían y la esquivaban como si se tratara de una hechicera de cuentos medievales.
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-Caveda; era un veterano de la Guerra de Independencia
que siempre estaba preso por alcohólico.Quería mucho a los niños.Su frase: El que no quiere a Caveda,no
quiere a su madre,se hizo célebre
y todos al verlo se la repetían.
-Cemento (Sitiecito); quizás aun trabaje en el trasporte de pasajeros desde Sagua hasta Santa Clara. El mote, según cuentan,
se lo pusieron un día cuando, trabajando en asuntos de albañilería, este se embarró todo de cemento, alguien recalcó esta
situación y desde entonces todo el mundo lo conoce con ese nombre.. Es buena persona y un personaje típico del barrio.
-Cheo Birola (Sitiecito)
-Chichi (Sitiesito)
_Choquín (Sitiecito): Chofer del Anchar que boteaba de Sagua a Sitiecito, lugar este último donde vivía. Era una persona de
color, bajo de estatura y algo grueso, muy amable y casi siempre, sino siempre, estaba de buen humor y con la cara sonriente,
respetado y querido por todos, no se molestaba porque lo llamaran con ese mote y muy seguro que pocos conocían su nombre verdadero.
-Chongo (Sitiecito)
Cirilo el zapatero; Popular zapatero de Sagua en los dos segundos tercios del siglo XX. Su zapatería estaba en su propia casa de
Céspedes casi esquina Brito.
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-Comequeque (Sitiecito); realmente eran dos hermanos a los cuales les decían de ese modo; del campo, muy nobles y buenas personas.
Ese sobrenombre se lo ganaron por gustarles y comer muchos queques.

-Conabuso;
vendía limones de la finca de su abuela muy buenos para remedios contra la diarrea y cocimientos para las hendijas; así como cangrejas
señoritas con ajustadores. Mano Con_abuso oriundo de Villa Alegre, obrero del central Resulta,
en tiempo de muerto se dedicaba a la venta callejera de cualquier producto. Cuentan que en una ocasión mientras cazaba
cangrejos en la zona de El Dorado cerca del río, se le apareció Elefantico (enorme negro tambié popular en Sagua) y
quizo meterle una cañona sexual a Conabuzo, y le decía, -"mano agáchate y coge esa cangrejita que esta gordita"- y el pobre
Conabuso rehuía de aquella situación pero Elefantico se había armado de un palo de aroma y lo amenazaba y para suerte llegó
el montero de Isidro Pérez y al ver aquello intervino, pero Elefantico estaba furioso y se puso majadero hasta que el montero
le aplicó un planazo y cuando le fue a decir a Conabuso que se fuera, ya no vió ni sombra de este por los alrededores, esta
historia era contada por el propio Conabuso. Este personajo del recuerdo, cuando vendia cangrejos, su pregón
predilecto era : "Oye mira cangrejas señoritas y con ajustadores"; y con los limones su pregón decía: "...mira
mano limones para curar el ácido úrico tiene jugo como loco..."
-Concueco: Mote este que no se le podía decir directamente, aunque todo el mundo lo usaba al referirse a él. Personajo de
Sitiecito descendiente de isleño al cual la vida le jugó varias malas pasadas: Un accidente lo deja cojo para siempre; un
defecto en el habla le propicia el mote, por ejemplo para pedir un poquito de agua, él decía -un coquito de agua-, de ahí
que al ir a comprar en la farmacia del barrio un pomo de cuatro compuesto pidiera un pomo de cuaco concuenco y el boticario
se encargó de divulgar la anécdota, era muy terco y caprichoso, tuvo una numerosa familia y una gran miseria. En los inicios
de la década del 80, estando en el aeropuerto José Martí de La Habana, lo ven acercarse en una silla de ruedas acompañado
por sus supuestas hijas, estaba limpio al extremo, bien atendido, como nunca, pero lo reconocen en cuanto habló con una de
sus acompañantes, pues le preguntaron si eran de Sitiecito: "Sí" -fue la respuesta, el interlocutor se acercó y
lo abrazó emocionado y casi una lágrima se le escapó, ellos, sin comprender, fueron a chequear su vuelo. Así se borraba otra
leyenda de las calles de la Villa del Undoso.
-Coqui (Sitiecito)

-Cullita; (Cullita el mariquita).Una de sus anecdotas es que en circulos de mujeres
hablando, llegaba y decía que tenía que comprar íntimas pues ya estaba llegando el día de su período menstrual. Solía tambien
gritarle a los hombres en la calle"Adios Pimpoyo" mientras montaba su bicicleta de una forma insinuante y con sus gluteos
rellenos de almoadillas. Las personas más jocosas le gritaban en la calle y hasta se metían con él, algunos para molestarlo
y otros para reirse en su espalda al ver que este se sentía alagado ante un piropo.
Durante los carnavales de 1985 empujó a un guajiro que discutía con él en la zanja
del tejar de Brito y se fue corriendo; al día siguiente amaneció muerto y cullita cumplió varios años de prisión.
Su apodo real es "Cullita" (como él se hace llamar) pero debido a que era hijo de "Aculla el relorero", su apodo
debía ser "Acullita". Más tarde, en el pueblo, se le transformó por algunos en "Pullita".
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"Cun": Personaje femenino que solía estar siempre en la funeraria, y junto a los dolientes, ella también lloraba,
era toda una plañidera, o sea, como esas mujeres que en la antigüedad (y aún en algunos países), tienen como función llorar
en los mortuorios ajenos. Cun se enamoró de Juan Carlos en 1981 y hasta el día de hoy no lo ha querido soltar. Algunas muchachas
la fastidian tratando de besar a Juan Carlos y se buscan su odio para siempre el cual expresa a pedradas y acosos en la esquina
más inesperada.
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